lunes, 31 de mayo de 2010

El proximo ataque a la clase trabajadora

La burguesía está pidiendo a gritos (y pronto empezará a dar golpes sobre la mesa) una nueva reforma laboral.

Analicemos los argumentos de la burguesía, que está pidiendo a gritos (y pronto dará golpes sobre la mesa) acerca de las razones de la crisis que justificarían lo que empieza a ser una exigencia, de reforma laboral que es la enésima que pretenden realizar.


Los críticos de la economía parecen coincidir a la hora de describir las causas del problema según su punto de vista, todos utilizan argumentos como por ejemplo; “la gente se ha endeudado irresponsablemente” “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” eso para empezar.

Otro de los argumentos muy usuales es la de decir que el principal problema es la burbuja financiera que ha llevado a “inflar” los precios inmobiliarios a niveles de especulación insostenibles, cosa que es por supuesto muy cierto, pero que ha sido un plan muy bien montado por la élite y los banqueros, ellos a no dudarlo, sabían muy bien de antemano como terminaba el proceso.

Informes de organismos internacionales hace mucho tiempo que vienen diciendo que la crisis española tiene características propias, diferentes a las de la crisis financiera mundial, algo así como un caso particularmente explosivo producto de problemas estructurales del sistema capitalista español, muy “peculiares”; y por supuesto resulta que los culpables de la crisis parece que son los trabajadores que no se dejan “flexibilizar” lo suficiente.

Resulta entonces, que los culpables de la debacle económica de España la vienen a tener los trabajadores en ves de los “exitosos” empresarios como Díaz Ferrán, conocido “estafador” profesional con sus empresas vaciadas, Air Comet y Marsans entre otras, o el conocido presidente de la Telefónica de España, Cesar Alierta, que fue dejado sin condena después de resultar probado su participación en una estafa a los accionistas de tabacalera, o del presidente del banco Santander, Botín, en su día reclamado por los tribunales argentinos como responsable de la estafa a sus clientes en aquel país por la manipulación de la crisis del “corralito” al que Moratinos salió a defender por orden del rey, ¡cuidado con el BSCH! Su presidente no es de confiar, en cualquier momento le mete el “corralito

Está visto que los españoles no nos podemos quejar a la hora de comparar nuestros “ladrones de cuello blanco” con los de Wall Street, solo que aquí todavía ni siquiera los llaman a comparecer frente a el congreso y para más,… los protegen.

Nos entretienen con cuatro trajes a medida y un poco de calderilla de sobornos y negociados insignificantes, comparados con el conjunto de los personeros más poderosos del capitalismo español, que nada tienen que envidiar a los estafadores de Wall Street, Golman Sach o Bernie Madoff ; y de este modo ocultar las verdaderas razones de la crisis que padecemos.

Pero la corrupción notoria del sistema político y los turbios negocios empresarios no es la única causa de la crisis, tampoco es que esta hecatombe económica se deba tan solo a los años de gestión del ejecutivo socialista exclusivamente, o por causa exclusiva de la especulación del “ladrillo”.

Las causas estructurales de los problemas de la economía española hay que buscarlas más allá de los últimos diez años, y deberíamos hacernos algunas preguntas.
Por ejemplo: ¿Por qué se destruyó la industria del acero? ¿Por qué se destruyó la industria naviera? ¿Por qué se ha destruido la industria del vestido y textil? ¿Por qué la industria de la electrónica está desapareciendo? ¿Por que después de tantas reformas laborales hechas por el PP todavía las reformas son insuficientes?

Hay muchos por que, y lo que está claro y es lo que nos debe hacer reflexionar, es que esto es un plan de largo aliento, que viene de lejos y que ha influido en la vida de la sociedad de forma determinante y ahora que la sociedad consumista, la del grillete hipotecario y de crédito fácil se ha “atascado”, la estructura creada por las élite del poder en la sombra que han planificado todo ha entrado en crisis, y ahora parece que estamos obligados a pagar la factura nosotros los trabajadores.

Cuando la perezosa y poco creativa burguesía española habla de reformas “estructurales” no habla de inversión, ni de mejoras tecnológicas, ellos solo tienen como variable de ajuste la explotación de los trabajadores, aumento de la jornada, baja de salarios, perdida de la estabilidad o lo que es lo mismo, una mayor precariedad laboral, perdida de la protección contra el desempleo, despido libre y barato, y que la seguridad social se privatice para en lo posible quitarnos también el derecho a la salud, además de ser un buen negocio, como vienen haciendo con la privatización de escuelas y universidades quitando el derecho a la educación y convirtiendo el conocimiento en una mercancía puesta al servicio de la tasa de beneficio de las corporaciones.

Esto aunque es propio de las burguesías más atrasadas, que disponen de menos capital de inversiones en maquinaria y tecnología, da como producto una baja productividad, por lo que el único modo de hacer más rentable las inversiones, es aumentar la productividad a costa de la “tracción” a sangre obrera, algo que sigue siendo tan arcaico como en el siglo XVIII.

Es que ya no hay tiempo para encarar las reformas, no hay tiempo como dice el gobierno para la “economía sostenible” y la inversión en nuevas tecnologías, los burgueses han estado todos estos años demasiado ocupados contando los pingües beneficios de sus estafas, empezando por la burbuja inmobiliaria.

Por eso el gobierno ZP no tiene otra alternativa que seguir las recetas de sus amos, que le dictan las medidas que debe aplicar, y el PSOE que hace mucho es un representante directo de la burguesía, asume con total hipocresía la función de defensor a ultranza de los preceptos de la escuela de Chicago.

Hoy el gobierno de ZP pretende descargar todo el peso de la crisis sobre la espalda de la clase obrera, como se lo dictan los Bilderberg a través de sus personeros, por eso pretende un plan descabellado de rebajas de salarios y pensiones, de contracción del gasto y de aumento de impuestos cuyo principal perjudicado serán los sectores de menores recursos.

En ves de aumentar los impuestos a la burguesía y a los banqueros, en vez de ir en contra de los especuladores y la corrupción de los grandes empresarios, en vez de terminar con la especulación bursátil y financiera, y con la evasión fiscal, sale en su defensa como lo está haciendo favoreciendo la fusiones de las cajas que han participado estos años del festival de especulación inmobiliaria, y en la que caerán pronto también los bancos, que por supuesto cuentan con total respaldo del estado que les reparte miles de millones de euros en “rescates” para salvarlos de la bancarrota.

Así también lo ha hecho con las automotrices subsidiando con miles de millones de euros para que sigan dando beneficios a sus accionistas con el falaz argumento de estar protegiendo los puestos de trabajo.

En este concierto es vergonzoso ver a las organizaciones obreras mayoritarias de este país, UGT y CCOO, de la mano de una cúpula entregada, que continúan “negociando” por los despachos de gobierno y compartiendo cautelas con los sectores empresarios en su acostumbrado diálogo cordial, dando la espalda a los trabajadores mientra se ha desatado una brutal ofensiva que nos ponen contra de la pared, debiendo asumir los costos nuevamente de la crisis y de un nuevo despojo de nuestros derechos y los de la sociedad en su conjunto.

En momentos que la clase trabajadora enfrenta una brutal ofensiva, las cúpulas de UGT y CCOO tratan por todos los medios de frenar la huelga general que ya empieza a pedir a gritos toda España.

Que no nos confundan, las causas estructurales de la economía española están en la naturaleza del sistema capitalista, por que la economía esta puesta al servicio de los bandidos burgueses, de la élite de políticos profesionales, y de parásitos del estado, como el clero, las castas militares y la monarquía, y a la que debemos agregar, la burocracia de los sindicatos, ellos son los verdaderos responsables de la crisis y no los trabajadores que con nuestro sacrificio estamos construyendo cada día, y en cada rincón de la península nuestro país y por lo que gracias a eso, todos estos años a crecido el PIB hasta niveles de las grandes economías, solo que el fruto de tanto esfuerzo, nos lo han robado.

Esto me suena a mi que terminará con un ¡Que se vallan todos!