Reducir las prestaciones sanitarias, aumentar la edad de jubilación... son las medidas neoliberales que propone este organismo del gran capital internacional.
El organismo, contento con las medidas de ajuste de Zapatero, pide un recorte en las prestaciones sanitarias de nuestro país para reducir deuda.
España debe bajar su déficit en 9,4 puntos porcentuales en la próxima década, una de las reducciones más drásticas del mundo, según el FMI, que ha dicho que un buen plan de ajuste podría incluso acelerar la actividad económica.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) envió una llamada de atención a los países ricos en general para que la vuelta al crecimiento no los haga complacientes sobre los números rojos de sus cuentas públicas.
Si no se tiene en cuenta la disminución de la ayuda al sector financiero en Estados Unidos, sus déficit serán mayores en 2010 que en 2009, pese a que la recuperación económica ha aumentado la recaudación, según el FMI, que divulgó dos informes sobre la situación fiscal en el mundo.
De acuerdo con sus cálculos, los países ricos tendrán que reducir su déficit en 8,75 puntos porcentuales de su Producto Interno Bruto (PIB) durante la próxima década, más que lo previsto anteriormente, para que su deuda vuelva al 60% del PIB de media en el 2030, el porcentaje de antes de la crisis.
Mayor corrección que sus vecinos
En el caso de España, que ha sufrido una recesión más larga que la mayoría de sus vecinos y donde los ingresos públicos han caído también en mayor medida, la corrección del déficit debe ser más profunda, de 9,4 puntos porcentuales, según el Fondo.
Por ello, el organismo ha recibido positivamente las nuevas medidas anunciadas por el Gobierno para reducir el déficit en 15.000 millones de euros adicionales este año y el siguiente.
"Las medidas tomadas son importantes, van en la dirección correcta, al mejorar la credibilidad del ajuste en ese país", dijo en una rueda de prensa el director de asuntos fiscales, Carlo Cottarelli.
El Gobierno español rebajará los sueldos de los empleados públicos en el 2010, congelará las pensiones en el 2011 y reducirá la inversión pública, entre otras acciones, las cuales han hecho temer un retroceso de la actividad económica en el país, al bajar la demanda interna.
Cottarelli reconoció ese temor, pero dijo que la experiencia de ajuste en otros países demuestra que su efecto sobre el crecimiento depende de la solidez de los planes del Gobierno.
"Si el ajuste fiscal es creíble, podría incluso dar un empujón a la actividad económica, porque la gente preverá tasas de interés reales más bajas en el futuro y menos volatilidad" en los mercados, dijo Cottarelli.
En el caso de España, un buen plan de reducción del déficit podría estimular la recuperación al disipar cualquier duda sobre su capacidad para pagar la deuda, explicó el alto funcionario.
Falta de detalle en los planes de ajuste
El FMI se ha quejado de la falta de detalle en los planes de los gobiernos de los países ricos en general para sanear sus cuentas y quiso llenar el vacío con su propia receta.
Recomendó concentrarse especialmente en recortar el gasto público, con la subida en dos años de la edad de jubilación y la reducción de los sueldos de los empleados públicos, la inversión social, los subsidios agrícolas y el presupuesto militar.
A juicio del FMI, un factor clave será estabilizar el gasto público en salud, que en España supera el 6% del PIB, y en ese sentido el organismo aconsejó reducir la cobertura.
España y otros países que requieren un gran ajuste presupuestario tampoco podrán escaparse a la subida de gravámenes. El FMI sugirió elevar los impuestos sobre los bienes raíces, el tabaco, el alcohol, los combustibles y el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).
Además, propuso gravar las emisiones de contaminación o subastar los permisos de emisión de gases, lo que además de mejorar el medio ambiente supondría una nueva fuente de ingresos públicos.
Ante la dificultad de adoptar medidas como las sugeridas por el FMI, los gobiernos podrían caer en la tentación de renunciar a bajar la deuda y simplemente aspirar a estabilizarla a un nivel más alto que antes de la crisis.
Cottarelli advirtió de que eso generaría tasas de interés más elevadas y un menor crecimiento a largo plazo.