lunes, 31 de mayo de 2010

El proximo ataque a la clase trabajadora

La burguesía está pidiendo a gritos (y pronto empezará a dar golpes sobre la mesa) una nueva reforma laboral.

Analicemos los argumentos de la burguesía, que está pidiendo a gritos (y pronto dará golpes sobre la mesa) acerca de las razones de la crisis que justificarían lo que empieza a ser una exigencia, de reforma laboral que es la enésima que pretenden realizar.


Los críticos de la economía parecen coincidir a la hora de describir las causas del problema según su punto de vista, todos utilizan argumentos como por ejemplo; “la gente se ha endeudado irresponsablemente” “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” eso para empezar.

Otro de los argumentos muy usuales es la de decir que el principal problema es la burbuja financiera que ha llevado a “inflar” los precios inmobiliarios a niveles de especulación insostenibles, cosa que es por supuesto muy cierto, pero que ha sido un plan muy bien montado por la élite y los banqueros, ellos a no dudarlo, sabían muy bien de antemano como terminaba el proceso.

Informes de organismos internacionales hace mucho tiempo que vienen diciendo que la crisis española tiene características propias, diferentes a las de la crisis financiera mundial, algo así como un caso particularmente explosivo producto de problemas estructurales del sistema capitalista español, muy “peculiares”; y por supuesto resulta que los culpables de la crisis parece que son los trabajadores que no se dejan “flexibilizar” lo suficiente.

Resulta entonces, que los culpables de la debacle económica de España la vienen a tener los trabajadores en ves de los “exitosos” empresarios como Díaz Ferrán, conocido “estafador” profesional con sus empresas vaciadas, Air Comet y Marsans entre otras, o el conocido presidente de la Telefónica de España, Cesar Alierta, que fue dejado sin condena después de resultar probado su participación en una estafa a los accionistas de tabacalera, o del presidente del banco Santander, Botín, en su día reclamado por los tribunales argentinos como responsable de la estafa a sus clientes en aquel país por la manipulación de la crisis del “corralito” al que Moratinos salió a defender por orden del rey, ¡cuidado con el BSCH! Su presidente no es de confiar, en cualquier momento le mete el “corralito

Está visto que los españoles no nos podemos quejar a la hora de comparar nuestros “ladrones de cuello blanco” con los de Wall Street, solo que aquí todavía ni siquiera los llaman a comparecer frente a el congreso y para más,… los protegen.

Nos entretienen con cuatro trajes a medida y un poco de calderilla de sobornos y negociados insignificantes, comparados con el conjunto de los personeros más poderosos del capitalismo español, que nada tienen que envidiar a los estafadores de Wall Street, Golman Sach o Bernie Madoff ; y de este modo ocultar las verdaderas razones de la crisis que padecemos.

Pero la corrupción notoria del sistema político y los turbios negocios empresarios no es la única causa de la crisis, tampoco es que esta hecatombe económica se deba tan solo a los años de gestión del ejecutivo socialista exclusivamente, o por causa exclusiva de la especulación del “ladrillo”.

Las causas estructurales de los problemas de la economía española hay que buscarlas más allá de los últimos diez años, y deberíamos hacernos algunas preguntas.
Por ejemplo: ¿Por qué se destruyó la industria del acero? ¿Por qué se destruyó la industria naviera? ¿Por qué se ha destruido la industria del vestido y textil? ¿Por qué la industria de la electrónica está desapareciendo? ¿Por que después de tantas reformas laborales hechas por el PP todavía las reformas son insuficientes?

Hay muchos por que, y lo que está claro y es lo que nos debe hacer reflexionar, es que esto es un plan de largo aliento, que viene de lejos y que ha influido en la vida de la sociedad de forma determinante y ahora que la sociedad consumista, la del grillete hipotecario y de crédito fácil se ha “atascado”, la estructura creada por las élite del poder en la sombra que han planificado todo ha entrado en crisis, y ahora parece que estamos obligados a pagar la factura nosotros los trabajadores.

Cuando la perezosa y poco creativa burguesía española habla de reformas “estructurales” no habla de inversión, ni de mejoras tecnológicas, ellos solo tienen como variable de ajuste la explotación de los trabajadores, aumento de la jornada, baja de salarios, perdida de la estabilidad o lo que es lo mismo, una mayor precariedad laboral, perdida de la protección contra el desempleo, despido libre y barato, y que la seguridad social se privatice para en lo posible quitarnos también el derecho a la salud, además de ser un buen negocio, como vienen haciendo con la privatización de escuelas y universidades quitando el derecho a la educación y convirtiendo el conocimiento en una mercancía puesta al servicio de la tasa de beneficio de las corporaciones.

Esto aunque es propio de las burguesías más atrasadas, que disponen de menos capital de inversiones en maquinaria y tecnología, da como producto una baja productividad, por lo que el único modo de hacer más rentable las inversiones, es aumentar la productividad a costa de la “tracción” a sangre obrera, algo que sigue siendo tan arcaico como en el siglo XVIII.

Es que ya no hay tiempo para encarar las reformas, no hay tiempo como dice el gobierno para la “economía sostenible” y la inversión en nuevas tecnologías, los burgueses han estado todos estos años demasiado ocupados contando los pingües beneficios de sus estafas, empezando por la burbuja inmobiliaria.

Por eso el gobierno ZP no tiene otra alternativa que seguir las recetas de sus amos, que le dictan las medidas que debe aplicar, y el PSOE que hace mucho es un representante directo de la burguesía, asume con total hipocresía la función de defensor a ultranza de los preceptos de la escuela de Chicago.

Hoy el gobierno de ZP pretende descargar todo el peso de la crisis sobre la espalda de la clase obrera, como se lo dictan los Bilderberg a través de sus personeros, por eso pretende un plan descabellado de rebajas de salarios y pensiones, de contracción del gasto y de aumento de impuestos cuyo principal perjudicado serán los sectores de menores recursos.

En ves de aumentar los impuestos a la burguesía y a los banqueros, en vez de ir en contra de los especuladores y la corrupción de los grandes empresarios, en vez de terminar con la especulación bursátil y financiera, y con la evasión fiscal, sale en su defensa como lo está haciendo favoreciendo la fusiones de las cajas que han participado estos años del festival de especulación inmobiliaria, y en la que caerán pronto también los bancos, que por supuesto cuentan con total respaldo del estado que les reparte miles de millones de euros en “rescates” para salvarlos de la bancarrota.

Así también lo ha hecho con las automotrices subsidiando con miles de millones de euros para que sigan dando beneficios a sus accionistas con el falaz argumento de estar protegiendo los puestos de trabajo.

En este concierto es vergonzoso ver a las organizaciones obreras mayoritarias de este país, UGT y CCOO, de la mano de una cúpula entregada, que continúan “negociando” por los despachos de gobierno y compartiendo cautelas con los sectores empresarios en su acostumbrado diálogo cordial, dando la espalda a los trabajadores mientra se ha desatado una brutal ofensiva que nos ponen contra de la pared, debiendo asumir los costos nuevamente de la crisis y de un nuevo despojo de nuestros derechos y los de la sociedad en su conjunto.

En momentos que la clase trabajadora enfrenta una brutal ofensiva, las cúpulas de UGT y CCOO tratan por todos los medios de frenar la huelga general que ya empieza a pedir a gritos toda España.

Que no nos confundan, las causas estructurales de la economía española están en la naturaleza del sistema capitalista, por que la economía esta puesta al servicio de los bandidos burgueses, de la élite de políticos profesionales, y de parásitos del estado, como el clero, las castas militares y la monarquía, y a la que debemos agregar, la burocracia de los sindicatos, ellos son los verdaderos responsables de la crisis y no los trabajadores que con nuestro sacrificio estamos construyendo cada día, y en cada rincón de la península nuestro país y por lo que gracias a eso, todos estos años a crecido el PIB hasta niveles de las grandes economías, solo que el fruto de tanto esfuerzo, nos lo han robado.

Esto me suena a mi que terminará con un ¡Que se vallan todos!

sábado, 29 de mayo de 2010

Los ataques neoliberales de ZP

Ante el brutal ataque neoliberal lanzado por el Gobierno contra las clases trabajadoras del Estado español .

Las clases trabajadoras del Estado español están siendo sometidas al peor ataque neoliberal del que se tiene recuerdo en mucho tiempo en el marco geográfico de la Europa Occidental, excepción hecha del actual caso griego. El gobierno de Zapatero se ha quitado definitivamente la careta y ha decidido aplicar sin ningún tipo de miramiento el manual básico del neoliberalismo, a través de la aprobación de una serie de medidas que deben ser analizadas en su conjunto y no de manera fragmentada. La intención de las clases dominantes no es otra que aprovecharse del momento histórico que estamos atravesando para implantar de manera definitiva el
neoliberalismo en el Estado, no ya como medidor y referente de las políticas económicas (cosa que viene sucediendo desde hace mucho tiempo), sino tejiendo su tela de araña en la estructura económica, jurídica, social y laboral del Estado, para que el Estado mismo quede atrapado en ella y no haya forma, ni ahora ni nunca, de sacárselo de encima. La situación es extremadamente grave, y, lo que es aún más preocupante, se está llevando a cabo ante las mismas narices de las clases trabajadoras sin que la mayoría de los integrantes de éstas se estén percatando de nada.

Al igual que ya ocurriese en América Latina en la década de los años 90 del siglo pasado, las clases burguesas dominantes aprovechan los periodos de crisis económica generalizada para imponer sus medidas neoliberales como supuestas vías para la salvación de las economías estatales, aunque, en realidad, en ningún país del mundo tales medidas hayan dado resultado beneficioso alguno para las economías estatales, sino, más bien, todo lo contrario. La actual crisis económica global es una buena muestra de ello. En realidad, con la aplicación de estas medidas, lo que las clases burguesas realmente pretenden es la profundización de su poder, el aumento de sus ganancias y la transformación de la estructura económica del Estado en favor de sus intereses, secuestrando de facto las economías de todos aquellos países donde son puestas en práctica, y desmantelando de paso los pocos logros en materia de derechos sociales y laborales que las luchas obreras hubiesen podido arrancar al poder burgués después de siglos de lucha de clases. El aumento de la desigualdad social, la concentración de la riqueza en manos de un porcentaje de la población cada vez más reducido, la caída en la calidad y cantidad de los servicios públicos y la pérdida de derechos sociales, son sólo algunas de las nefastas consecuencias directas que estas transformaciones neoliberales han generado en todos y cada uno de los países donde han sido impuestas. Ahora le ha tocado el turno al Estado español.

Primero fue el anuncio de un aumento de los impuestos indirectos -aquellos impuestos que son pagados por todos los consumidores/trabajadores por igual independientemente de su nivel de renta- y que entrará en vigencia el próximo mes con la anunciada subida del IVA. Luego nos llegó el anuncio de que el Gobierno estaba planteando una reforma en el sistema de pensiones, entre cuyas medidas se incluía el aumento de la edad de jubilación o nuevas fórmulas para reducir a la baja el cálculo del valor de las pensiones. Posteriormente nos llegó el paquete de medidas para el recorte del gasto público anunciado por Zapatero la semana pasada, en el cual, entre otras cosas, se reduce el sueldo de los funcionarios, se congela la cuantía de las pensiones y se reduce la ayuda al desarrollo. Pocos días después, el FMI imponía al Gobierno la necesidad urgente de llevar a cabo una reforma laboral y una reforma fiscal, con todo lo que ello implica en el manual de prácticas neoliberales: abaratamiento del coste del despido, nuevas fórmulas contractuales para fomentar el trabajo precario, reducción de la presión fiscal sobre las grandes fortunas, aumento de la misma a las clases trabajadoras, etc. Ahora, la Ministra de Sanidad nos ha anunciado que el Gobierno abre la puerta al sistema del “copago” en la sanidad pública, como antes le había llegado ya el turno a la educación con la implantación del Plan Bolonia y las diversas reformas educativas llevadas a cabo en los últimos años, tanto a nivel universitario como de enseñanza primaria y secundaria, que han convertido el sistema educativo en un aspirador de dinero público para ponerlo al servicio de empresas y multinacionales.

A la espera de que todas estas medidas aprobadas y/o anunciadas por el Gobierno español vayan entrando en vigor, la situación es clara: las clases trabajadoras están sufriendo un ataque sin precedentes que pretende implantar de manera definitiva e irreversible el neoliberalismo en el Estado. Lo que se está jugando ahora es una partida de ajedrez de consecuencias históricas. Las clases burguesas dominantes están tratando de llevar a cabo su particular revolución neoliberal para apoderarse plenamente del Estado, anulando incluso los pocos espacios que hasta ahora han servido para hacer de contrapeso al poder burgués ya instaurado. Es un desafío de connotaciones históricas ante el que las clases trabajadoras estamos obligadas a dar una respuesta igualmente histórica, o acabaremos por perder lo poco que habíamos conseguido ganar hasta ahora tras siglos de luchas populares. El neoliberalismo es la respuesta del gran capital a la profunda crisis que su sistema recurrentemente origina: más y más explotación y beneficios a costa de depauperar a capas cada vez más amplias de población trabajadora. Así debe ser visto, así debe ser analizado, y así debe ser entendido y difundido el momento histórico que estamos atravesando, es decir, como un brutal ataque neoliberal contra los derechos e intereses de las clases trabajadoras, diseminado en propuestas diversas pero con un objetivo común, que no es otro que el mencionado con anterioridad: apoderarse del Estado y su estructura económica en su totalidad.

Es por ello que quiero denunciar y repudiar este brutal ataque neoliberal que están sufriendo las clases trabajadoras del Estado español, haciendo hincapié en el hecho de que se debe dar una lectura conjunta a todas las medidas aprobadas y/o anunciadas por el Gobierno de Zapatero en los últimos meses, como parte de un plan cuyo objetivo no es otro que apoderarse de todos los resquicios del poder político y económico, laboral y social, que se puedan desprender del Estado. Pensamos, pues, que los medios de contrainformación debemos realizar un análisis global de la situación y no una mera denuncia segmentada de las diferentes medidas adoptadas desde el poder político. La clase trabajadora debe tomar consciencia de la gravedad del ataque neoliberal que venimos sufriendo, y para ello creemos que es necesario que se adopte un análisis global del mismo, no una mera denuncia segmentada de sus diferentes ramificaciones, como venía siendo lo habitual hasta el momento, incluso entre los propios medios alternativos.

Separar, por ejemplo, el anunciado aumento del IVA del paquete de medidas de ajuste del gasto público presentadas la semana pasada, la reforma laboral de la reforma fiscal, o la reforma sanitaria de la educativa, entender cualquiera de estas medias como independiente o no vinculada directamente con cualquiera de las otras, ahora mismo no es otra cosa que hacerle el juego al discurso oficial que pretende segmentar las luchas de resistencia a estos cambios, impidiendo así el desarrollo de la consciencia de clase entre los diversos colectivos de las clases trabajadoras afectados directamente por cualquiera de ellos. Todas estas medidas, lejos de representar medidas coyunturales, son parte de un mismo plan de “ajuste estructural”, y todos los que nos enfrentamos a ellas -sea desde el ámbito anticapitalista que sea- debemos tratar de unir nuestros esfuerzos, si queremos realmente tener una mínima esperanza de salir victoriosos en la resistencia frente a los cambios que nos quieren imponer.

La reforma neoliberal en materia de normativa laboral, la reforma fiscal, la reforma en el sistema de pensiones, en la sanidad pública o el sistema educativo, no son en absoluto medidas coyunturales que el Gobierno apruebe de manera transitoria para salir al paso de la actual crisis económica global, sino que son reformas que afectan a la estructura política, económica, social y laboral misma del Estado, y cuya duración se prolongará en el tiempo durante varias generaciones, si no de manera definitiva. El desafío de la burguesía (nativa y extranjera) contra las clases trabajadoras del Estado Español está lanzado, y su éxito dependerá, por supuesto, de la mayor o menor resistencia que éstas puedan oponer a la implantación del nuevo modelo de Estado neoliberal que se está gestando, un modelo de Estado absolutamente lesivo para sus intereses como clase trabajadora, mucho más lesivo incluso que el actual modelo burgués fundamentado en el conocido como “Estado del bienestar”.

Si queremos avanzar hacia un sistema de igualdad, equidad y libertad, no podemos permitir que el Estado retroceda justamente hacia el otro extremo: el neoliberalismo más salvaje y despótico. No nos conformamos con el Estado del Bienestar, pero tampoco vamos a permitir que los capitalistas se apropien y desmantelen los pocos derechos civiles, políticos, sociales, económicos y laborales que hasta la fecha los movimientos sociales han conseguido arrancar de las manos del poder económico tras décadas, tras siglos de luchas.

Es hora, pues, de trabajar por una movilización general contundente, amplia y sostenida, que enfrente resueltamente los brutales planes neoliberales puestos en marcha tanto en el Estado español como a escala europea, abriendo con ello posibilidades de reorganización de los movimientos sociales en la perspectiva de avanzar hacia otro modelo de sociedad no capitalista más justa y equitativa para todos y todas. La Huelga General debe ser, en nuestra opinión, el primer paso, y para ello nada como tomar conciencia de que nos estamos enfrentando ante un desafío histórico al que obligatoriamente tenemos que dar una respuesta desde la unidad y desde una visión de conjunto del brutal ataque que estamos sufriendo de manos del neoliberalismo y su gobierno de turno.

Sabemos que no serán las organizaciones sindicales burocráticas aliadas al poder, y traidoras de la clase obrera, como la aristocracia obrera del sindicato Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), quienes lo hagan. Es el momento de la batalla, de que el campo popular organizado, a través de los partidos políticos de la izquierda real, los sindicatos combativos y los movimientos sociales, tome las calles y los espacios públicos. Es hora de hacerles saber que el poder y la soberanía residen verdaderamente en el pueblo.
¡Huelga general ya! ¡Viva el pueblo trabajador!

jueves, 27 de mayo de 2010

Sigue el ataque a la clase trabajadora

La autora del crimen



El ataque neoliberal de ZP sigue su curso: El Gobierno abre la puerta al "copago" en la sanidad pública.

El gobierno anunció ayer que se está estudiando la posibilidad de que el paciente tenga que pasar por caja tras recibir atención sanitaria en la sanidad pública que él mismo paga con sus impuestos...

Continúan los anuncios del Gobierno Español, el neoliberalismo avanza a pasos agigantados y no tiene pinta de detenerse. Ahora nos han confirmado oficialmente que en poco tiempo el "copago" será una realidad en la sanidad pública.....
El Gobierno "está estudiando" la posibilidad de implantar el copago sanitario en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Es decir, que el paciente costee una parte de los servicios sanitarios que recibe, más allá de la financiación indirecta que aporta a través de sus impuestos o del precio que ya paga por los medicamentos subvencionados.

El anuncio lo hizo ayer la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, que hasta ahora se había mostrado contraria a esta medida. No obstante, Jiménez precisó que "hay dudas lo suficientemente amplias" sobre la conveniencia de esta fórmula como para que el ministerio opte por ella "en este momento".

Jiménez insistió en desvincular este tema con el plan de ajuste económico anunciado por el Gobierno para combatir la crisis económica. En cambio, el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, admitió ayer que el Gobierno se planteó incluir el copago en el real decreto de reducción del déficit aprobado en el Consejo de Ministros del pasado viernes, aunque finalmente rechazó la posibilidad.

El mensaje reaviva un debate que cuenta con la oposición de sindicatos, partidos políticos, plataformas a favor de la sanidad pública y buena parte de los ciudadanos, que consideran el copago discriminatorio.

El propio ministerio se oponía hasta ahora. "El copago genera contradicciones. Si lo pones más alto para generar más ingresos, disuades del uso. El riesgo de romper la equidad al disuadir del uso innecesario del sistema es alto, y eso es un coste que no nos podemos permitir", decía a Público en diciembre de 2008 el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos.

La discusión, en cualquier caso, no es nueva. La consellera de Salut catalana, Marina Geli (PSC), ya ha anunciado en varias ocasiones la posibilidad de cobrar a los usuarios por ir al médico. Hace sólo dos semanas, Geli confesó que el copago "ha estado siempre sobre la mesa". Sin embargo, para la consellera "ahora no es hora de introducir nuevos elementos en el debate", informa Lea del Pozo.

La propia Geli anunció en 2004 la posibilidad de que los pacientes pagasen un euro por cada visita médica. Además, encargó a un grupo de expertos que elaborase un documento "para la racionalización y la financiación sanitarias". Una de las propuestas fue que los fármacos se pagaran en función de la renta. Al final, no se llevó a la práctica.

Ingresos desconocidos

Jiménez insistió en matizar su anuncio y reflejar sus dudas. "¿Qué valor puede tener de cara a aumentar los ingresos y, por tanto, a fortalecer la sostenibilidad? Desde el punto de vista recaudatorio, ¿es significativo lo que aportaría o no?", se preguntó la ministra.

La titular de Sanidad desgranó otros interrogantes "¿a quién se le aplicará?, ¿cómo se le aplica?", y dudó asimismo de si la Administración cuenta con "un sistema informático lo suficientemente desarrollado para poder discriminar entre aquellos que pueden o no pueden" afrontar el copago.

Otra de las dudas del ministerio es saber "cómo afectaría [el copago] a la salud de los ciudadanos". "Entraña un importante coste económico para quienes más usan la sanidad", manifestó Jiménez. Es decir, afectaría sobre todo a "las personas mayores, que son pensionistas y con rentas muy bajas", precisó.

"Creo que [el copago] ha estado en los cajones de todos los ministros que hemos llegado a este ministerio", reiteró la titular de Sanidad. Y recordó, por ejemplo, que "desde hace 20 años es uno de los temas recurrentes" de Sanidad. "Hay un debate demasiado abierto para que este ministerio se proponga adoptar esta decisión" en este momento, concluyó

viernes, 21 de mayo de 2010

ESPAÑA ACTUAL Y HACIA DONDE VA SU CAMINO


Esa antipolítica de la España ademocrática del siglo XXI, que hunde sus atributos en el doble rasero ético con las víctimas...

“El simple “político de poder” que también entre nosotros es objeto de un fervoroso culto, puede quizás actuar enérgicamente, pero de hecho actúa en el vacío y sin sentido alguno”.

Horrorizado con los últimos coletazos del “terrorismo antiterrorista” que trata de ocultar la obvia debilidad de la decadente deriva España, recuperé un libro que devoré hace 15 años y es paradigma claro del devenir de los tiempos, es la parábola minimalista que explica con nitidez parte de la mediocre inconsistencia de la actual “clase política” española. De aquellos polvos estos lodos. La extrema política transgénica y demás melifluos teóricos que hormonaban la deslealtad, el engaño y la transexualidad política como conductas legitimables y provechosas a costa del martirio físico y político de coherentes, honestos y valientes camaradas, es hoy, junto a la falta de carisma y formación de las nuevas hornadas de presuntos líderes de la “clase política”, una de las explicaciones del triunfo de la “antipolítica” y por ende de la decadente deriva definitiva de ese proyecto totalitario llamado España.

El ostión va a ser espectacular. Mientras la Armada Invencible de ladrillo se hunde y la balsa española va a la deriva de una potencial suspensión de pagos sin igual en la Historia, con una deuda total (privada+pública) que supera ¡en un 300% el PIB! ¡Grecia está mejor!, los casi cinco millones de idiotas sin azada, los griegos por lo menos se rebelan, siguen impasibles en la Estebanvisión de la España del siglo XXI la entrevista de un arrogante jefe de escuadra falangista que ufano condena divertido, en virtud de la legalidad vigente, toda violencia habida en el planeta desde la ejecución de Abel por Caín, entre aplausos del público, risas de tertulianos afines y sobre actuados gestos desaprobatorios de varios ex, expertos en decir lo que hay que decir sin molestar demasiado: “Te pido perdón por haberte llamado fascista” Enric Sopena. “Pluralidad” y cachondeo ante todo! Aunque sea a costa de las víctimas del fascismo español.

Así es, 35 años después de que el nudo de la soga quedase fijado, la foto general es nítida. Los poderes estructurales del estado y del Sistema, los poderes políticos ideologizados (oligarquías financieras autóctonas y transnacionales) han sido capaces de implementar toda una generación servil de antipolíticos (gestores sin poder ni ideología) tejiendo sobre un eje troncal dos mimbres de gran ductilidad.

El primer mimbre que se articula sobre el aparato hereditario del antiguo régimen, el Eje, se basa en toda una generación de “ex” que se convirtieron a la transición amarrada y bien esposada. Los Diegos. Mientras la UCD centraba a los fachas menos casposos el PSOE recolocaba a los camaradas más pragmáticos, los que decían Diego donde habían dicho digo. Así, los neofranquistas, que nunca han tenido necesidad de ser ex, cambiarse de nombre, ni pedir perdón (el Fragasauro es un crack) eran homologados como demócratas por los supervivientes que perdieron la guerra del 36 y se perdieron entre las bambalinas de la acomplejada política-apolitica de la pseudoclandestinidad . Los pocos demás, los antifranquistas de verdad, estaban muertos o en la cárcel, que el Caudillo para algo ganó la guerra copón! ¡Y bien ganada!
De aquellos exterminios e incómodos acojonos a estas “evoluciones personales”. Y así el ciclo de “la transición” del régimen franquista y su Partido Único, el Movimiento Nacional, se cierra con el juancarlismo y su actual Partido Único, el PPSOE, aderezado con sus derivados regionales como PNV, CIU, BNG, CC... Nadie cuestiona nada, todos son colegas, “demócratas”, y a repartir el pastel. Atado y bien atado.

El papel de los Diegos en esta “evolución” es crucial, ya que además de asumir y homologar el Eje, son la correa de transmisión que aporta currículo a la Reforma y presunta pluralidad bien indemnizada además de ser la punta de lanza contra los no abducidos, los coherentes, los que luchan. Así excomunistas, exetarras, exnacionalistas, exfalangistas y hasta extraterrestres despistados, que eso sí ¡también! “habían tirado piedras a los grises” copan aparatos políticos, medios de comunicación y determinantes puestos del Sistema para mayor gloria del Padrecito de la criatura, el ferrolano.

Claro que como decía Lincoln hay momentos en la vida de todo político, en que lo mejor que puede hacer es no despegar los labios pero un Diego de pro nunca haría caso a “ese tal Lincoln” ya que el converso debe ser más papista que el Papa ya que aunque sabe que Roma no paga a traidores, estos vienen como anillo al dedo y billete a la cartera.

Y así el RH político español de la Transición bien sujetada se caracteriza por la conversión. El síndrome EE es masivo. Desde ExPMs concejales del PP en Extremadura a exGRAPOs protofranquistas. De OCE-Bandera Roja al PP. De la ORT al GAL. De EIA o LAIA al PNV. De Terra Lliura a CIU. Miles de Diegos por kilómetro político cuadrado. Solo hay una norma general incuestionable, siempre se va de la izquierda hacia la derecha con la excepción que confirma la norma.
De este modo, la Reforma franquista o Transición, se refuerza y asienta con un masivo proceso de claudicación personal, de chaqueteo profesional, de deslealtad a los principios y los compañeros, eso sí todo barnizado con conceptos como “responsabilidad histórica” “evolución”, “adaptación” “modernización”. Pocos o nadie deciden “evolucionar” e irse discretamente a su casa sin dar lecciones. Todo Diego con vocación saca pedigrí para hacer cátedra de su conversión, de su denuncia del pasado y la delación a cambio de un futuro exitoso en la antípoda de lo que siempre defendió.
"Para acabar con el paro, debemos mantener los puestos de trabajo existentes, recuperar los perdidos y crear nuevos".Patxi Lopez.

“Nada hay más terrible que una ignorancia activa”.

“El futuro está garantizado”. Junto y tras los Diegos llega la nueva generación, el otro mimbre determinante: las jóvenes generaciones de la antipolítica. Los fieles y desideologizados enfants terribles del aparato del Partido y sus sucursales que han dado presunta faz de regeneración generacional a la encadenada transición.

“Cómo voy a ser franquista si nací después de haber muerto Franco” Mercedes de la Merced. Demasiado acné neofranquista en las nuevas generaciones. Estos JASP (Jóvenes Antipolíticos Sumisamente Políticos) son los talibanes de la antipolítica. Indocumentados mentecatos, agresivos tiburones o serviles charlatanes, todos ellos desideologizados, apolitizados, sistematizados. Sin carisma pero con ambición. De López a Erkoreka o de Pajín a Imaz pasando por Urkullu. Aprendiendo de los antecesores, algo de Digo y mucho de Diego.Son la generación Ni-Ni, Ni sienten Ni padecen. Aparateros correctos, defensores del stablishmen que nunca han “sufrido” un ápice en sus aparateras vidas. Pijos que por no necesitar, ni necesitan presumir de haber “tirado piedras a los grises”, y que siempre han estado liberados de los mundanales problemas del común de los mortales: exámenes, oposiciones, deudas, precariedad laboral, paro, hipotecas, represión policial, accidentes de trabajo, injusticias judiciales, controles de alcoholemia... Descarados políticos profesionales que dicen tratar problemas que les son absolutamente ajenos desde la más frívola de las hipocresías. Todo lo que se ignora, se desprecia.
Y así, el caos español deriva de la combinación de esas tres categorías sin personalidad política propia: los “apolíticos neofranquistas”, los Diegos y los JASP. Los primeros expertos camaleones en la transformación estética del inmovilismo más expectante al Sol llamado juancarlismo; los seguidores de Churchill cuando decía que “el que con 20 años es comunista tiene corazón pero que si sigue siéndolo con 40 es imbécil”; y los Ni-Ni que han hecho de la política un servil modus vivendi ajeno al trabajo y la formación en lo personal y antípoda del servicio público y el compromiso social en lo colectivo.
Nos mean encima y dicen que llueve. Popular.

Esa antipolítica de la España ademocrática del siglo XXI, que hunde sus atributos en el doble rasero ético con las víctimas, en la protección de la impunidad de los terroristas de estado, en la sumisión al capital financiero transnacional, en la legitimación de la injusticia judicial, en la legalización del encarcelamiento político indiscriminado, en la apología del terrorismo patronal, en el deja-vu del terrorismo machista, en la tarea logística de obviar la corrupción, el exterminio económico, el expolio social, en la frivolización de la información... Esa antipolítica de la “clase política” española es directamente proporcional al escandaloso engendro amoral que es la España del siglo XXI: rancia en los fondos y chabacana en las formas.

Franco decía que odiaba la política, y por eso dejó todo trincado y bien ahorcado. Exterminó a la izquierda y garantizó que en Expaña no hubiera política, porque solo hay derecha. Derecha extrema o derecha de rostro humano. Ambas dos con similares antipolíticas, con idénticos recursos: creyentes tradicionales, conversos y seminaristas, no hay hueco para ateísmo político alguno, para el cuestionamiento, para la lucha ideológica. Solo hay gestión de una inercia bien encadenada. Por eso no hay diagnóstico efectivo contra la eufemísticamente llamada crisis, el saqueo social; no hay honestidad ética ni política, ni por supuesto democrática, es imposible ; no hay catarsis ante la impunidad de los genocidas, no hay preocupación por la gente, por las personas.

Los políticos son siempre lo mismo. Prometen construir un puente aunque no haya río Hablaba de la antipolítica, de los profesionales del politiqueo. Las peroratas vacías de las Centrales Sindicales del Capital, los frívolos balbuceos de los antipolíticos ante el saqueo social de la impune oligarquía financiera, debiera encender una ola de indignante denuncia social masiva, pero la patética traza general por la que se vislumbra la desertización dialéctica arrastra al desánimo y a la resignación al evidenciarse que millones de idiotas siguen lobotomizados en el país de las Maravillas de La Esteban o con “la furia roja” en el próximo Mundial de Sudáfrica. Cuanto menos aporta un político, más ama a la bandera.

domingo, 16 de mayo de 2010

Capitalismo quiere aplastar al trabajador

El FMI exige más: pide una reducción de las prestaciones sanitarias, entre otros recortes.
Reducir las prestaciones sanitarias, aumentar la edad de jubilación... son las medidas neoliberales que propone este organismo del gran capital internacional.


El organismo, contento con las medidas de ajuste de Zapatero, pide un recorte en las prestaciones sanitarias de nuestro país para reducir deuda.

España debe bajar su déficit en 9,4 puntos porcentuales en la próxima década, una de las reducciones más drásticas del mundo, según el FMI, que ha dicho que un buen plan de ajuste podría incluso acelerar la actividad económica.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) envió una llamada de atención a los países ricos en general para que la vuelta al crecimiento no los haga complacientes sobre los números rojos de sus cuentas públicas.

Si no se tiene en cuenta la disminución de la ayuda al sector financiero en Estados Unidos, sus déficit serán mayores en 2010 que en 2009, pese a que la recuperación económica ha aumentado la recaudación, según el FMI, que divulgó dos informes sobre la situación fiscal en el mundo.

De acuerdo con sus cálculos, los países ricos tendrán que reducir su déficit en 8,75 puntos porcentuales de su Producto Interno Bruto (PIB) durante la próxima década, más que lo previsto anteriormente, para que su deuda vuelva al 60% del PIB de media en el 2030, el porcentaje de antes de la crisis.

Mayor corrección que sus vecinos


En el caso de España, que ha sufrido una recesión más larga que la mayoría de sus vecinos y donde los ingresos públicos han caído también en mayor medida, la corrección del déficit debe ser más profunda, de 9,4 puntos porcentuales, según el Fondo.


Por ello, el organismo ha recibido positivamente las nuevas medidas anunciadas por el Gobierno para reducir el déficit en 15.000 millones de euros adicionales este año y el siguiente.


"Las medidas tomadas son importantes, van en la dirección correcta, al mejorar la credibilidad del ajuste en ese país", dijo en una rueda de prensa el director de asuntos fiscales, Carlo Cottarelli.

El Gobierno español rebajará los sueldos de los empleados públicos en el 2010, congelará las pensiones en el 2011 y reducirá la inversión pública, entre otras acciones, las cuales han hecho temer un retroceso de la actividad económica en el país, al bajar la demanda interna.

Cottarelli reconoció ese temor, pero dijo que la experiencia de ajuste en otros países demuestra que su efecto sobre el crecimiento depende de la solidez de los planes del Gobierno.

"Si el ajuste fiscal es creíble, podría incluso dar un empujón a la actividad económica, porque la gente preverá tasas de interés reales más bajas en el futuro y menos volatilidad" en los mercados, dijo Cottarelli.

En el caso de España, un buen plan de reducción del déficit podría estimular la recuperación al disipar cualquier duda sobre su capacidad para pagar la deuda, explicó el alto funcionario.

Falta de detalle en los planes de ajuste


El FMI se ha quejado de la falta de detalle en los planes de los gobiernos de los países ricos en general para sanear sus cuentas y quiso llenar el vacío con su propia receta.

Recomendó concentrarse especialmente en recortar el gasto público, con la subida en dos años de la edad de jubilación y la reducción de los sueldos de los empleados públicos, la inversión social, los subsidios agrícolas y el presupuesto militar.

A juicio del FMI, un factor clave será estabilizar el gasto público en salud, que en España supera el 6% del PIB, y en ese sentido el organismo aconsejó reducir la cobertura.

España y otros países que requieren un gran ajuste presupuestario tampoco podrán escaparse a la subida de gravámenes. El FMI sugirió elevar los impuestos sobre los bienes raíces, el tabaco, el alcohol, los combustibles y el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).

Además, propuso gravar las emisiones de contaminación o subastar los permisos de emisión de gases, lo que además de mejorar el medio ambiente supondría una nueva fuente de ingresos públicos.

Ante la dificultad de adoptar medidas como las sugeridas por el FMI, los gobiernos podrían caer en la tentación de renunciar a bajar la deuda y simplemente aspirar a estabilizarla a un nivel más alto que antes de la crisis.

Cottarelli advirtió de que eso generaría tasas de interés más elevadas y un menor crecimiento a largo plazo.